jueves, 11 de agosto de 2011

Consecuencias de marcar un número equivocado.

Era otro día más en mis aburridas vacaciones, cuando me provocó tomarme un Nestea bien frío (sí, ya yo me tomaba el Nestea así antes de que Meridiano Televisión comenzará a hacerle publicidad exageradamente). Me dirigí hacia la cocina con una misión en mente: buscar mi Nestea.

Durante mi camino me encontré una piedra, a la que llamaremos mi abuela. Ella estaba en la mesa del comedor con teléfono en mano (Un Nokia con linterna, y aún así imposible para ella aprender a usarlo) y al darse cuenta que la tecnología la venció, acudió a mí para algo tan sencillo como lo que era marcar un número telefónico.

Mujer que no jode, es hombre -Pensé-.

-¡Claro abuela! Dime el número.
-*Me muestra un papel* Este es.
-Toma abuela. Listo.

Y aquí comienza todo.

A mi abuela le atienden el teléfono y ella, muy amablemente, dice: "Buenas tardes, se encuentra el Señor A..". Algo la tuvo que haber interrumpido, porque quedó con la boca abierta y del otro lado del teléfono se escuchaba una voz gritona (de una señora menospáusica supongo).

Luego de que le cuelgan el teléfono, ella me mira y me dice:

-¡Esa señora me llamó puta! ¡Que grosera!
-Mialma abuela, debe ser que marqué el número m...
-¿Quién se cree qué es? ¡Puta será ella! ¡Si ni me conoce!
-Tranquilízate abuela, de seguro fue qu...
-¡No, no, no! La voy a volver a llamar.

Y la vuelve a llamar. Por supuesto que le dijeron lo mismo que cuando llamó la primera vez (eso le pasa por necia)

Muy molesta se dirige a mí (no sabía si irme a buscar mi Nestea o seguir viendo como una desconocida le decía puta a mi abuela) y me dice: "Mira, vas a decirle a esa señora que yo no soy ninguna puta" y me pone el teléfono en el oído (no me dio tiempo de reaccionar).

La señora atiende. Era una voz de una mujer de cuarenta y tantos años y me dice en tono molesto:

-¿Aló?
-Si señora, disculpe. Habla el nieto de la señora que la llamó hace unos minutos y le hablo para decirle qu...
-¡AJA! ¡Usted es el nieto de la puta que se está acostando con mi marido!
-No señora, hubo un mal entendido. Lo que pasa es que yo...
-¿Sabe qué? No vuelvan a llamar. Dígale a esa señora que es una puta y que usted es un...

Y me colgó.

Mi abuela me miró, yo la miré. Un silencio profundo dominaba la cocina. Mi abuela lo interrumpió diciendo:

-Ajá... ¿Qué te dijo?.
-¡Esa vieja me llamó cabrón! ¡Qué le pasa!
-Ajá ajá ¿Y qué dijo mío?
-Ah... Nada. Lo mismo, que eras una puta.
-¿QUÉEE? ¡Nojoda! Estos nietos no sirven pa' un coño.

Y se va a su habitación, dejando en la mesa de la cocina el pedazo de papel donde estaba el número.

Tomé el papel y comparo el número con el que marqué en el teléfono. Era obvio que lo había marcado mal.

Nunca le dije a mi abuela, no lo vi necesario. Nada de esto hubiera pasado, si ella aprendiera a utilizar un teléfono.

La verdad no me siento culpable (porque me dio mucha risa jajajá). La única moraleja que les puedo dejar es que nunca le hagan favores a sus abuelas, y si los hacen, háganlo mal.





P.D: No había Nestea, así que quedé con las ganas.



Dedicado para: Andrea Calicchia Giangregorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario