viernes, 12 de agosto de 2011

Mi mamá y el loro.

Aquí les va una breve historia de como mi mamá perdió el glamour, el estilo y la clase en un, dos, tres por culpa de un loro. Esto sólo lo hago para matar el aburrimiento.

Estábamos en el auto, cuando mi papá vio a un buhonero con unos loros y se estacionó para que el señor se los mostrará. Mi mamá estaba en el puesto delantero, mi hermano y yo en los puestos detrás viendo el espectáculo que estaba a punto de ocurrir. Mi papá bajó la ventanilla del lado de mi mamá y el señor buhonero mete la jaula del loro, dejando al ave expuesta a que evacuara en las piernas de mi madre.

Mi mamá muy educadamente le dice al buhonero: "Señor ¿Podría retirar al plumífero animal para evitar que evacúe en mis pantalones?". Por supuesto que no le hizo caso a mi mamá, ya que estaba discutiendo con mi papá sobre el precio, algo típico en los venezolanos:

-Buenas señor, ¿Cuánto cuesta el loro?
-Mirá primo (con ese acento característico de los vendedores callejeros) este loro cuesta 500 Bs. pero como es usted se lo dejo a 450 Bs.
-¡¿450 Bs?! ¿TE VOLVISTE LOCO? Cuando el loro no coma ni orine, yo con gusto lo pago...

Y así continuaba hasta que el vendedor le dejaba el loro a mi papá a 200 Bs.

Durante ese tiempo de conversación padre-buhonero mi mamá le volvió a repetir al vendedor: "Señor ¿Podría retirar al plumífero animal para evitar que evacúe en mis pantalones?"... Ignorada otra vez.

Cuando mi papá y el vendedor llegaron a un acuerdo con el precio del loro y mi papá estaba sacando el dinero, el 'plumífero animal', como le decía mi madre, evacuó en los pantalones de mi mamá, provocando que está dijera: " ¡NOJODA TE DIJE QUE QUITARAS AL MALDITO PÁJARO ESE PORQUE SE IBA A CAGAR ENCIMA MÍO!.

Y bueno, así fue. Así fue como el buhonero perdió la oportunidad de vender el loro, así fue como mi papá perdió la oportunidad de comprarse un plumífero animal y así fue como mi mamá perdió el glamour...

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